¿Qué hay en la biblioteca de mi centro?

Para la siguiente actividad, me encuentro con una barrera y es que ni en mis aulas ni en la Agrupación, existe ningún tipo de sistema de catalogación bibliográfica, así que no la puedo evaluar ni describir.

Así que, para poder hacer esta tarea le voy a dar una vuelta a la idea que se presenta y tras leer los materiales de la unidad voy a comentar algunos puntos que a mi modo de ver, un sistema de catalogación debería de tener.

Para comenzar, ¿papel o digital? esta pregunta es difícil de responder porque los dos modos tienen seguidores y detractores. Creo, que ninguna biblioteca debe depender de un solo modelo, ya que aunque cada vez estamos más metidos en el mundo tecnológico, el analógico nos sigue sirviendo y 

quitando de grandes apuros. Por todos es sabido, que no todos los centros tienen un buen soporte tecnológico, como es mi caso que es nulo. Así que en mis circunstancias, la clásica ficha de catalogación de papel es necesaria. Asimismo, una catalogación en línea, podría promover la biblioteca de familias, el préstamo entre alumnos y además, daría a conocer desde casa los materiales de los que se disponen en la escuela. De este modo, las familias podrían incluir en la biblioteca de clase, libros que tienen en casa y que les gustaría prestar, rellenando en línea los datos de la ficha de catalogación. También es cierto que el maestro lo podría hacer o el representante de familias, pero como no hay horas asignadas a esta tarea, es mejor que a medida que alguien quiera añadir o quitar libros de la base de datos, lo pudiera hacer.

En cuanto a la ficha de catalogación, debería de ser sencilla. Hay que tener en cuenta que una cosa es la catalogación de un libro y otra el soporte que los alumnos y familias utilizarán para buscar ese libro. En esta imagen se puede ver el ejemplo de una ficha de catalogación del programa AbiesWeb del Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte.

Ficha de catalogación en AbiesWeb (CC0).

Curso: Bibliotecas escolares y uso de AbiesWeb. INTEF 2017

Toda esta información es necesaria para llevar a cabo una base de datos fiable. Si partiéramos de un sistema en el que no solo el maestro estuviera autorizado para catalogar, sino también las familias que quisieran prestar sus libros, hay que dar cierta flexibilidad en el caso en el que no todos los ítems estén cubiertos. También, debería de existir una nomenclatura concreta para los términos de búsqueda y así evitar duplicados del mismo autor u obra, por ejemplo: si buscamos una obra de Juan Ramón Jiménez, para evitar todos estos términos, por defecto podría salir con el apellido el resto de datos.

Supongo que habrá mil formas de búsqueda, así que espero poder profundizar más en este tema a lo largo del curso. Pero quiero dejar constancia de que todo para buscar debe de ser sencillo. Hay que partir de que mayoritariamente nuestros usuarios van a ser alumnos o familias que no tienen por qué estar familiarizados con las bibliotecas, ni tampoco con las fichas ni números de catalogación, así que debe de ser una herramienta útil y simple para el que la va a utilizar, si no, corremos el riesgo de que en vez de fomentar el uso de nuestra biblioteca, los interesados se echen para atrás y pierdan el interés.