Recursos para elegir fondos

Cuando hablamos de fondos, es inevitable pensar en un primer momento en los tan famosos fondos de armario que ahora están en auge en muchas páginas web, blogs de "influencers", vídeos de Youtube, etc. En este blog por el momento vamos a hablar de otro fondo que también viste, pero no el cuerpo sino la mente. Es el fondo de biblioteca o fondo de lecturas.

En este mundo, en el que también hay "influencers", tenemos una rica variedad de gente que trata de ganarse la vida vistiendo mentes. Estas mentes, nuestras mentes, pueden ser clasificadas de muchas formas: por edad, por sexo, por gustos o hasta por el nivel económico. Al fin y al cabo el ser humano tiene la capacidad extraordinaria de clasificarlo todo; todo es etiquetable.

En mi tiempo libre, yo soy una gran consumidora de páginas o canales en los que se hace referencia a lecturas, pero no de todo tipo, solo las que yo misma designo como interesantes. Me encanta esa sensación de descubrir un nuevo libro, un nuevo autor o autora, una nueva editorial o hasta una reedición.

Gracias al curso, puedo inmiscuirme más en los lugares, desconocidos para mí en los que puedo encontrar nuevas lecturas y por lo tanto materiales.

Para empezar a vestir la cabeza, hablaré del artículo que acabo de leer de Juan Marquina en el que se describen comunidades y redes de lectura, 14, para ser más exactos. Estas redes o comunidades son catálogos de libros virtuales en los que cada persona lleva la cuenta de cuántos libros lee, sus títulos, sus autores, el tiempo que tarda en leerlos, géneros, etc. Si hablamos de comunidades quiere decir que el contenido es para ser público y por lo tanto compartido con otros. Creo que estas herramientas tienen un uso escolar que es fundamentalmente fomentar la lectura.

Así como me encanta esta herramienta, las redes o comunidades lectoras, a nivel personal, no me gusta tanto a nivel escolar, los motivos son los recursos tecnológicos que se necesitan y los permisos. Además, no me entusiasma la competitividad que puede generar, ya que a los alumnos que menos les guste leer puede en vez de ayudarlos, frustrarlos. Recomiendo curiosear un poco más su página para encontrar otros artículos interesantes sobre libros y lecturas. Pinchando en la imagen, se puede ver el enlace al artículo mencionado.

La segunda herramienta que quiero mencionar, es la Lupa del cuento. Este recurso es de los más completos para seleccionar lecturas para las aulas que me he encontrado entre las posibilidades que nos da el curso. Además de su atractiva e intuitiva web que permite llegar fácilmente a los recursos que buscamos o que queremos encontrar, tiene un contenido o catálogo muy amplio. Sus diferentes formas de administrar el contenido, facilitan llegar a más recursos según como cada maestro o profesor tenga amueblada su cabeza. No es una herramienta para los niños, ni para trabajar en clase sino para hacer una labor previa de investigación por parte del profesorado. Pinchando en la imagen, se puede ver el enlace al artículo mencionado.