La biblioteca de mi centro

El título de esta entrada es un poco contradictoria para mí, puesto que aunque trabajo en muchos centros, ninguno es mío.

En los centros donde trabajo, en realidad en las aulas donde trabajo, puedo llegar a tener muchas cosas, como las de los miércoles y viernes que tengo muchas máquinas de coser, agujas, alfileres, telas y demás material de costura; pero claro, pertenece a los centros y no podemos ni mirarlos.

Los materiales de lectura que he logrado conservar tras varias mudanzas de aulas, son a penas unos libros de texto de EGB y algunos cuentos. Estos en su día pertenecieron a alumnos que se los olvidaron en el pasado y que nunca regresaron a por ellos. Otros, fueron partidas de libros que se compraron para lecturas obligatorias de la clase y que se leyeron alguna vez por obligación, también en el pasado.

La verdad es que es fácil tomar conciencia de algo que no existe, porque no hay nada y quizás siga sin haberlo por mucho que yo haga este curso. Pero algo siempre se puede cambiar y si bien no es el aspecto físico de la "biblioteca / estante de libros del aula", lo importante es el interior y que esos libros sean los más interesantes del mundo para los niños que allí trabajan.

Por esto, debería mejorar el aspecto de los estantes o armarios, porque al final, todo entra por los ojos. Una vez mejorado este punto quizás se podría dar una mejor ubicación a esos libros que miran las espaldas de los alumnos y quizás alguno, llegue a susurrarle algo al oído a un niño y convencerlo para que sea elegido y llevado para casa.

Algunas iniciativas que se deberían de emprender, podrían ser publicitarias: en clase, entre el alumnado y entre las familias. Crear un movimiento de libros que vienen y van, que se prestan y se devuelven. Normalizar la visión de un alumno de español sacando un libro de lectura para leer en clase y quizás, por qué no, crear un rincón de lectura para que los alumnos qye terminen sus tareas pronto puedan recrearse con la lectura que más les guste.

Para terminar, me pregunto si no estaré apuntando muy alto, pero como se suele decir: "soñar es gratis" y para querer empezar un proyecto y para tener fuerzas de intentarlo hay que ilusionarse. Así que con la palabra ilusión empiezo el curso y termino la tarea.